La época del mashiaj está ligada al desarrollo de la imaginación. La llegada del Mashiaj se acerca a medida en que humanidad va rompiendo viejos y limitados esquemas que dominaron al mundo por siglos. Es decir, entre más intensa es la imaginación de la humanidad, más cercana es la llegada del Meshiaj.
Por eso no es coincidencia que en el mismo siglo en el que surgió y triunfó el movimiento sionista fue el mismo periodo en el que surgieron las teorías científicas más abstractas de la historia: La física cuántica, la teoría de la relatividad, la teoría del caos, la teoría de juegos, entre otras, son teorías que rompen todo esquema de pensamiento racional que se conocía antes. Éstas son teorías que no hubieran sido posibles de plantear sin la imaginación.
Por ejemplo: la geometría euclidiana, la física de Galileo o la biología clásica, son desarrollos científicos que no requieren de mucha imaginación sino que basta con usar la lógica y la intuición. En cambio la cuántica o el electromagnetismo (por ejemplo) son abstracciones de lo perceptible.
Los judíos pioneros del siglo XIX que migraron a la entonces desolada Tierra de Israel con el fin de establecer las bases de un posible futuro Estado, comenzaron su arduo cometido justo en la misma época en que el mundo pasaba por una metamorfosis sin precedentes: el arte evolucionó al abstracto, se abolió la esclavitud, la mujer adquirió un mejor estatus en la sociedad, se creó la ONU, nace la industria, comienza la globalización, etc, etc.
Todos los posibles campos en la humanidad atravesaron por renovaciones. Las antiguas pautas que gobernaron al mundo perdieron relevancia gracias a que pocos hombres tuvieron el valor de imaginar más allá de la rígida realidad en la que vivían.
Por dos mil años, el judío del exilio era un judío reprimido y sin un lugar estable en donde se sintiera seguro. Era un judío perseguido. Pero ésta situación llegó a su fin cuando a finales del siglo XIX comenzó a despertar la esencia nacional de nuestro pueblo; un sentimiento que había dormitado desde los tiempos de Rabi Akiva.
Miles de judíos se dieron cuenta de que la realidad del pueblo judío sólo tiene sentido si tenemos una independencia política en Eretz Israel. Estos valientes judíos, a pesar del pesado exilio que oscurecía más y más a nuestro milenario pueblo, fueron capaces de imaginar lo imposible. Imaginaron que algún día volveríamos a Eretz Israel, imaginaron que algún día renacería el hebreo e imaginaron que algún día tendríamos de vuelta un Estado después de 2000 años.
Tal y como escribió Rav Kook en su libro Kanfei Ruaj: solo con la fuerza de la imaginación será posible la redención de Am Israel. Que Hashem nos dé imaginación (y valor para imaginar) y que así sigamos transformando el mundo en un lugar mejor, amén.
אל תהיה קלה בעיניך התפתחותו של הכח המדמה, גבורתו וצחצוחו שהוא מקושר בקדושתו ובטהרתו